La cándida es una cepa de hongo que puede causar una infección en la piel, entre otros lugares. En condiciones normales, la piel puede albergar pequeñas cantidades de este hongo. Los problemas surgen cuando comienza a multiplicarse y crea un crecimiento excesivo. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), existen más de 150 especies de cándida. Sin embargo, la mayoría de las infecciones están causadas por una especie llamada Candida albicans.
Entre los tipos de infecciones cutáneas por hongos candida se incluyen:
- pie de atleta
- candidiasis oral
- candidiasis vaginal
- hongos en las uñas
- tiña inguinal
- dermatitis del pañal.
Según los CDC, el 75% de las mujeres adultasTrusted Source padecerán una infección por hongos en algún momento. AIDS Research and Human RetrovirusesTrusted Source señala que el 90% de las personas con SIDA desarrollarán candidiasis bucal o crecimiento excesivo de cándida en la boca. Esto rara vez ocurre en adultos con sistemas inmunitarios sanos.
Antifúngico de amplio espectro Lamisil.
La candidiasis invasiva se produce cuando la cándida penetra en el torrente sanguíneo. Según los CDC, en Estados Unidos se producen unos 46.000 casos al año.
El pronóstico de la infección por cándida suele ser muy bueno. Por lo general, la afección no es grave y puede tratarse fácilmente. Sin embargo, las infecciones incontroladas pueden provocar problemas potencialmente mortales, sobre todo en personas con un sistema inmunitario debilitado. Un tratamiento rápido puede ayudar a detener la propagación del hongo, al tiempo que mejora, y potencialmente salva, su vida.
¿Cuáles son las causas y los factores de riesgo?
Las infecciones cutáneas por cándida pueden producirse en casi cualquier zona del cuerpo, pero son más frecuentes en las regiones intertriginosas. Es decir, donde dos zonas de la piel se tocan o rozan. Estas zonas incluyen las axilas, la ingle y los pliegues cutáneos, así como la zona entre los dedos de manos y pies. El hongo se desarrolla en condiciones de calor, humedad y sudoración.
Normalmente, la piel actúa como una barrera eficaz contra la infección. Sin embargo, cualquier corte o rotura en las capas superficiales de la piel puede permitir que el hongo cause una infección. La cándida se vuelve patógena, o capaz de causar enfermedades, cuando las condiciones son favorables para que se multiplique. El clima cálido y húmedo, la falta de higiene o la ropa restrictiva pueden producir estas condiciones.
Estos no son los únicos factores de riesgo a tener en cuenta. Las infecciones por cándida también tienden a ser más frecuentes en:
- bebés
- personas con sobrepeso
- personas con diabetes
- personas con una glándula tiroides poco activa, o hipotiroidismo
- personas con trastornos inflamatorios
- personas con un sistema inmunitario debilitado
- personas que trabajan en condiciones húmedas
- mujeres embarazadas.
Ciertos medicamentos también pueden aumentar el riesgo de este tipo de infección fúngica. Los medicamentos corticosteroides tópicos son los más problemáticos, pero las píldoras anticonceptivas y los antibióticos son otras posibles causas. Si toma este tipo de medicamentos, debe vigilar su piel regularmente para detectar signos de infección por cándida.
Reconocer los síntomas de una infección
Los síntomas varían en función de la localización corporal, pero incluyen los siguientes:
- erupciones cutáneas
- manchas rojas o moradas (zona con la superficie alterada)
- sustancia blanca y escamosa sobre las zonas afectadas
- descamación o desprendimiento de la piel con escamas
- grietas en la piel
- dolor
- eritema, que se traduce en zonas enrojecidas
- maceración, o aparición de piel blanca y blanda
- pústulas satélite cremosas en los márgenes de las zonas afectadas (granos llenos de pus)
- lesiones rojas y blancas en la boca, como las que se observan en la candidiasis oral.
Diagnóstico de
El diagnóstico de la infección por Candida se basa principalmente en el aspecto y en la toma de muestras de piel. El médico tomará raspados de piel, recortes de uñas o pelos arrancados de la zona afectada y los montará en un portaobjetos para examinarlos. Una vez diagnosticada la infección por cándida, el primer paso consiste en abordar la causa subyacente. Esto puede incluir cambiar su estilo de vida para ser más limpio, perder peso si tiene sobrepeso o controlar su diabetes.
Normalmente se recomienda concertar una cita con el médico la primera vez que se experimenta una infección. De este modo, el médico podrá diagnosticarla correctamente y ofrecerle las mejores opciones de tratamiento. La cándida suele ser recurrente. Sin embargo, visitar al farmacéutico y hacerle algunas preguntas suele ser todo lo que se necesita en las visitas posteriores.
Tratamiento
El tratamiento de la infección cutánea por cándida suele ser sencillo. No es necesario hospitalizar al paciente a menos que tenga problemas con el sistema inmunitario o que la cándida se haya extendido al torrente sanguíneo. Su médico puede recetarle agentes secantes con cremas, pomadas o lociones antimicóticas que se aplican sobre la piel. También existen supositorios y medicamentos orales.
Es probable que le receten medicamentos sin receta, como ketoconazol o clotrimazol, ambos tópicos (se aplican sobre la piel) y de una clase de antifúngicos conocidos como azoles. Están disponibles en forma de pomadas, comprimidos y cremas. No tienen los mismos efectos secundarios graves que otros antifúngicos como la nistatina o la anfotericina B. La anfotericina B es un medicamento intravenoso que sólo se utiliza en el ámbito hospitalario.
En función del tipo de infección y de la parte del cuerpo afectada, se utilizarán distintos tipos de medicamentos. Por ejemplo:
- Los geles o cremas vaginales, como el miconazol, suelen utilizarse para las infecciones vaginales por hongos.
- Las aftas suelen tratarse con antimicóticos en forma de pastillas, comprimidos o enjuagues bucales líquidos que se tragan.
- El pie de atleta suele tratarse con aerosoles, polvos y pomadas.
- Las infecciones graves suelen tratarse con medicamentos orales o incluso intravenosos.
La mayoría de los medicamentos se utilizan una o dos veces al día.
Algunos medicamentos, como el miconazol y el clotrimazol, pueden utilizarse con seguridad para tratar la infección por cándida en cualquier trimestre del embarazo. Pregunte a su médico o farmacéutico qué medicamentos puede tomar sin peligro.
Todos los medicamentos pueden tener efectos secundarios. Los efectos secundarios de los antifúngicos suelen ser:
- picor en el lugar de aplicación
- enrojecimiento o ardor leve en el lugar de aplicación tópica
- dolor de cabeza
- indigestión o malestar estomacal
- erupciones cutáneas.
Los antifúngicos intravenosos son más propensos a causar efectos secundarios negativos, que pueden incluir:
- pérdida de apetito
- náuseas
- diarrea
- dolor muscular y articular
- erupciones cutáneas.
En raras ocasiones, los antifúngicos pueden provocar reacciones alérgicas graves o reacciones cutáneas graves, como descamación o ampollas en la piel.
Las personas con lesiones hepáticas no deben tomar antifúngicos sin la supervisión de un médico. Los antifúngicos pueden provocar daños hepáticos en pacientes sanos, pero es más probable que sean graves en quienes ya tienen daños hepáticos.
Entre los medicamentos que pueden interactuar con los antifúngicos se incluyen:
- rifampicina (también conocida como rifampicina), un antibiótico
- benzodiazepinas, que se utilizan para inducir el sueño y reducir la ansiedad
- estrógenos y progestágenos, que se encuentran en los anticonceptivos y en la terapia hormonal sustitutiva
- fenitoína, para el tratamiento de la epilepsia.
Infecciones por cándida en niños
Los niños son más propensos a las infecciones cutáneas por cándida que los adultos. Los niños son más propensos a desarrollar infecciones sinusales, erupciones cutáneas (incluida la dermatitis del pañal), aftas orales y dolores de oído por sobrecrecimiento de cándida.
Los síntomas en bebés y niños pequeños pueden incluir:
- dermatitis del pañal persistente y abundante
- erupciones cutáneas parecidas al eccema
- manchas blancas o amarillas en la lengua o en el interior de la boca o las mejillas
- cólicos durante más de tres meses
- problemas recurrentes de oído
- síntomas que empeoran en ambientes húmedos o con tiempo húmedo.
Los síntomas en niños mayores incluyen:
- antojo constante de dulces
- problemas de aprendizaje
- estar a menudo irritables o infelices
- problemas recurrentes de oído
- síntomas que empeoran en ambientes húmedos o con tiempo húmedo.
El tratamiento dependerá del tipo específico de infección por cándida. Puede consistir en medicación tópica para las infecciones cutáneas o antifúngicos, que a veces son orales.
El tratamiento puede durar hasta dos semanas, aunque las recidivas son bastante frecuentes.
Consejos para prevenir las infecciones por cándida
Existen medidas sencillas que puede tomar para reducir el riesgo de desarrollar infecciones por cándida. Por ejemplo:
- Lleve ropa «dri-fit» que le ayude a eliminar la humedad de la piel.
- Mantenga limpias y secas las axilas, la ingle y otras zonas propensas a las infecciones.
- Dúchese siempre y séquese bien después de realizar actividades en las que sude.
- Si tiene sobrepeso o es obeso, séquese bien los pliegues de la piel.
- Use sandalias u otro calzado abierto cuando haga calor.
Perspectivas
En los adultos sanos, la candidiasis suele ser leve y se trata fácilmente. La infección puede ser más problemática en adultos mayores y niños pequeños, así como en otros grupos con sistemas inmunitarios más débiles. Esto puede provocar la propagación de la infección a otras partes del cuerpo, especialmente en los casos de candidiasis oral. Las zonas a las que puede extenderse incluyen el:
- esófago
- válvulas cardíacas
- intestinos
- hígado
- pulmones.
Las medidas preventivas, así como el tratamiento precoz, pueden contribuir en gran medida a evitar el crecimiento de la cándida. Cuanto antes busque tratamiento ante la sospecha de candidiasis, mejor será el resultado. Acuda a urgencias si la erupción va acompañada de dolor abdominal o fiebre alta.